ECOLOGIA HUMANA
Muchos consideran que la ecología consiste en una identificación de factores. Lo que debe quedar claro es que no solamente es la necesidad de una vida mas natural alejada de la sociedad de consumo sino que la crisis ambiental y ecológica nos obliga a tomar conciencia de nuestra pertenencia a la naturaleza.
Por uno de los lados, la crisis ecológica se revela con características negativas como la contaminación del ecosistema y la alteración de los factores y cadenas que aseguran el funcionamiento de la biosfera, todos estos factores propiciados en su mayoría por la mano inconsciente del hombre que actúa sin medir sus consecuencias, y sin tener en cuenta del daño que le causa a las generaciones humanas que vienen en curso, a las generaciones humanas y al mismo ecosistema en si. Es importante resaltar que es necesario avanzar en la desarticulación de estas compulsiones culturales ligadas al “ecocidio” que nos condenan al desastre; orientados hacia las personas, favoreciendo una disociación peligrosa, pues finalmente, quien manipula o violenta a la naturaleza esta haciendo parte de su destrucción.
Por tanto decimos que la necesidad de abrirnos pasos a la ecosofía, sabiduría que integra el saber de la naturaleza, (su forma de actuar con el saber de la cultura) es tan importante como conseguir el sustento diario para sobrevivir, es una renta que podríamos cobrar a largo plazo; es decir, si invertimos en construir un medio ambiente sano, tendremos muchas ganancias a corto y largo plazo. Para ello se debe empezar con una profunda educación ambiental, que se presenta como educación contextual y coloquial, tierna y sensible. La educación ambiental adquiere los vicios de una exploración empírica de la vida que sabe respetar lo misterioso y sagrado que en ella se alberga.
La ecosofia es un nuevo ritual que aspira a la condición de gramática vivencial, exige apasionamiento para relacionar lo conocido con lo desconocido: Una piedra, un árbol o varios pétalos de flores pueden significar mucho para este tema, que nos permite sensibilizar acerca del cuidado que debemos tener con nuestro medio ambiente y todos aquellos componentes que pueden resultar inútiles para nosotros. Gracias a esta corriente filosófica existente por mucho tiempo y que toma fuerza en este siglo XXI se puede sensibilizar acerca de los cambios que está teniendo nuestro planeta y cómo podemos tomar medidas, no sólo para la protección del medio ambiente, sino de impulsar un cambio profundo de la visión del mundo que retorne a los principios universales; tan importante para reconocer las problemáticas y buscar posibles soluciones generando un ejercicio de sensibilización acerca de cómo hacerlo.
Las culturas indígenas que, inculcan en sus hijos lo importante que es cuidar la naturaleza. Para ellos, la tierra es muy sagrada y guardan un gran sentido de pertenencia a ese espacio, su espacio. Y es que da un poco de tristeza la falta de amor que tenemos por nuestros recursos naturales, mientras muchas comunidades cuidan el ecosistema otros tratan de perjudicarla; esto se esta saliendo de las manos, pues a diario jugamos con el medio ambiente al no darnos a la tarea de salvar los recursos naturales presentes en nuestro planeta.
Gracias a dicha materia que estoy viendo este semestre empecé a sentir la Ecosofía de la tierra, de ese material tan raro pero tan natural. Para mí, una simple piedra resulta tener un sentido muchísimo más grande que el ser un objeto decorativo.
Mientras destruimos el medio ambiente, el sigue dando todo lo que tiene por esa relación. Lo que no nos damos cuenta es que tanto tiene para darnos y hasta donde podemos maltratarlo… ya vendrá ese día donde esa relación va a romper porque ya no va existir medio ambiente, y lo más probable es que el hombre acabe consigo mismo.
Robert Casanova S.
Inspirado por el amor que siento por la tierra…
Muchos consideran que la ecología consiste en una identificación de factores. Lo que debe quedar claro es que no solamente es la necesidad de una vida mas natural alejada de la sociedad de consumo sino que la crisis ambiental y ecológica nos obliga a tomar conciencia de nuestra pertenencia a la naturaleza.
Por uno de los lados, la crisis ecológica se revela con características negativas como la contaminación del ecosistema y la alteración de los factores y cadenas que aseguran el funcionamiento de la biosfera, todos estos factores propiciados en su mayoría por la mano inconsciente del hombre que actúa sin medir sus consecuencias, y sin tener en cuenta del daño que le causa a las generaciones humanas que vienen en curso, a las generaciones humanas y al mismo ecosistema en si. Es importante resaltar que es necesario avanzar en la desarticulación de estas compulsiones culturales ligadas al “ecocidio” que nos condenan al desastre; orientados hacia las personas, favoreciendo una disociación peligrosa, pues finalmente, quien manipula o violenta a la naturaleza esta haciendo parte de su destrucción.
Por tanto decimos que la necesidad de abrirnos pasos a la ecosofía, sabiduría que integra el saber de la naturaleza, (su forma de actuar con el saber de la cultura) es tan importante como conseguir el sustento diario para sobrevivir, es una renta que podríamos cobrar a largo plazo; es decir, si invertimos en construir un medio ambiente sano, tendremos muchas ganancias a corto y largo plazo. Para ello se debe empezar con una profunda educación ambiental, que se presenta como educación contextual y coloquial, tierna y sensible. La educación ambiental adquiere los vicios de una exploración empírica de la vida que sabe respetar lo misterioso y sagrado que en ella se alberga.
La ecosofia es un nuevo ritual que aspira a la condición de gramática vivencial, exige apasionamiento para relacionar lo conocido con lo desconocido: Una piedra, un árbol o varios pétalos de flores pueden significar mucho para este tema, que nos permite sensibilizar acerca del cuidado que debemos tener con nuestro medio ambiente y todos aquellos componentes que pueden resultar inútiles para nosotros. Gracias a esta corriente filosófica existente por mucho tiempo y que toma fuerza en este siglo XXI se puede sensibilizar acerca de los cambios que está teniendo nuestro planeta y cómo podemos tomar medidas, no sólo para la protección del medio ambiente, sino de impulsar un cambio profundo de la visión del mundo que retorne a los principios universales; tan importante para reconocer las problemáticas y buscar posibles soluciones generando un ejercicio de sensibilización acerca de cómo hacerlo.
Las culturas indígenas que, inculcan en sus hijos lo importante que es cuidar la naturaleza. Para ellos, la tierra es muy sagrada y guardan un gran sentido de pertenencia a ese espacio, su espacio. Y es que da un poco de tristeza la falta de amor que tenemos por nuestros recursos naturales, mientras muchas comunidades cuidan el ecosistema otros tratan de perjudicarla; esto se esta saliendo de las manos, pues a diario jugamos con el medio ambiente al no darnos a la tarea de salvar los recursos naturales presentes en nuestro planeta.
Gracias a dicha materia que estoy viendo este semestre empecé a sentir la Ecosofía de la tierra, de ese material tan raro pero tan natural. Para mí, una simple piedra resulta tener un sentido muchísimo más grande que el ser un objeto decorativo.
Mientras destruimos el medio ambiente, el sigue dando todo lo que tiene por esa relación. Lo que no nos damos cuenta es que tanto tiene para darnos y hasta donde podemos maltratarlo… ya vendrá ese día donde esa relación va a romper porque ya no va existir medio ambiente, y lo más probable es que el hombre acabe consigo mismo.
Robert Casanova S.
Inspirado por el amor que siento por la tierra…
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